Traducido del inglés | Read this blog in English
Antes de que leas este blog, respetuosamente te hago una pregunta en la que pensar mientras lees esto. ¿Qué porcentaje de muertes prevenibles es aceptable? La respuesta debería ser cero.
Hoy podemos detectar el VIH con una prueba instantánea y podemos tratarlo con una pastilla. Cuando los presos entran en una cárcel de Estados Unidos, una de las primeras pruebas que se les hace es la del VIH. Eso ocurre por una razón y esa razón es que podemos detener el virus enseguida, siempre y cuando sepamos quién lo tiene y les demos acceso al medicamento.
No hay otra opción o debería llamarse asesinato. Todos los casos que voy a describir a continuación, deberían ser casos de asesinato, pero apuesto a que si escarbas un poco más, descubrirás que probablemente no les pasó nada a los guardias que mataron a estas personas. Los asesinaron y el gobierno estadounidense les pagó por hacerlo.
Las muertes prevenibles de personas viviendo con VIH bajo custodia en EE.UU. deberían darnos rabia a todos.
El 29 de enero de 2025, la trágica muerte por complicaciones relacionadas con el VIH no tratado de un hombre de Etiopía, de 45 años, bajo custodia de ICE, evidencia un largo patrón de negligencia médica en los centros de detención de inmigrantes de Estados Unidos. A pesar de los tratamientos modernos que permiten a las personas con VIH tener una esperanza de vida cercana a la media, la enfermedad de este hombre no se trató durante su detención de casi cuatro meses en el Centro de Detención de Eloy, en Arizona. Los expertos médicos han declarado que unos análisis de sangre rutinarios y una terapia antirretrovírica a tiempo podrían haber evitado su muerte. (Un detenido de ICE muere tras no diagnosticársele el VIH durante meses de custodia (en inglés))
Esto no es un incidente aislado. A lo largo de los años, múltiples informes han revelado fallos sistémicos en ofrecer atención médica adecuada a los detenidos viviendo con VIH. Por ejemplo, en 2007, Victoria Arellano, una mujer transgénero mexicana de 23 años, murió bajo custodia de ICE después de que se le negaran los medicamentos necesarios para tratar el VIH. Los detenidos indicaron que estaba visiblemente enferma y que suplicaba que se la atendiera, pero se ignoraron sus peticiones hasta que fue demasiado tarde. (EE.UU.: Las prácticas de detención de inmigrantes ponen en peligro la salud y la vida | Human Rights Watch (en inglés))
Similarmente, en 2018, Roxsana Hernández, una mujer con experiencia transgénero de 33 años de Honduras, murió bajo custodia de ICE. Una autopsia independiente reveló signos de maltrato físico y deshidratación, lo que generó preocupación por el trato que reciben las personas LGBTQ+ detenidas. (Roxsana Hernández, mujer trans hondureña de 33 años, murió bajo custodia de ICE mientras se temía que sufría abusos (en inglés))
No se trata sólo de una cuestión política—sino de vida o muerte.
Estos casos reflejan un problema más amplio de atención de la salud inadecuada en los centros de detención de inmigrantes, a menudo gestionados por empresas privadas. Un informe de 2024 concluyó que casi todas las muertes bajo custodia de ICE en un periodo de cinco años eran prevenibles, citando la negligencia sistémica y la falta de responsabilidad. (Casi todas las muertes bajo custodia de ICE en 5 años fueron prevenibles, según un nuevo informe (en inglés))
A pesar de estos alarmantes hallazgos, ha habido poca o ninguna rendición de cuentas por estas muertes prevenibles. Los defensores y las organizaciones de derechos humanos siguen pidiendo reformas comprehensivas para garantizar que los detenidos reciban la atención médica que necesitan y sean tratados con dignidad y respeto.
El hecho de que el gobierno estadounidense no aborde estos problemas sistémicos no sólo viola los derechos de los detenidos, sino que también debilita el compromiso de la nación con los derechos humanos y la salud pública. Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para evitar nuevas tragedias y defender los estándares de cuidado que toda persona merece.
Convocatoria a la acción:
No se trata sólo de un fracaso político, sino moral. Las muertes prevenibles de personas viviendo con VIH bajo custodia en EE.UU. deberían darnos rabia a todos. Debemos exigir que asuman sus responsabilidades. Ponte en contacto con tus representantes—locales, estatales y federales—y pídeles que se pronuncien contra esta negligencia sistémica continuada. Diles que nadie debe morir bajo custodia del gobierno por una enfermedad que se puede controlar, como el VIH.
Llama, escribe o envía un correo electrónico a tus legisladores hoy mismo utilizando Ballotpedia. Exige que el Congreso supervise y que sean transparentes sobre los servicios de salud de los detenidos por el ICE y que se aprueben leyes que garanticen el acceso de todas las personas detenidas a tratamientos que pueden salvarles la vida. No se trata sólo de una cuestión política—se trata de vida o muerte.
